Durante el siglo XIX, crueles bandas de cuatreros sembraron el terror entre los habitantes de la Región del Maule. Por el boca a boca de sus víctimas a través todo el valle, hemos oído las historias de su astucia, osadía y crueldad. El gobierno que los entrenó y usó años atrás para aplastar los restos de la Resistencia Realista Española y que una vez completado su servicio los desechó, ahora carecía de los recursos y la valentía para hacerles frente, dejando sus delitos impunes durante décadas. Uno de los más populares, a la vez que temido, fue Ciriaco Contreras.
Continúa la carrera por las elecciones parlamentarias de Marzo de 1879, y Ciriaco Contreras, junto a Luis Humberto Blest Gana, Eulogio Arrivillaga, y la posadera Manuela Murillo, quien se ha unido al grupo, ya están planificando el siguiente golpe: infiltrarse en la hacienda de un rico empresario del trigo y robar una suculenta donación de empresarios de la Provincia del Maule al Partido Conservador, a ser entregada durante una fiesta costumbrista, llamada Fiesta del Chancho Muerto. Mientras, El Indio le sigue la pista a Ciriaco para asegurarse de que esta vez permanezca muerto.