Como todo concepto, existe un punto de origen y los mundos no son la excepción ya que son originados del mundo real, nuestro mundo, donde es testigo del eterno conflicto entre el bien y el mal, encarnado con vigilantes y policías enfrentándose tanto a los criminales del mundo real como los quienes se atrevieron a cruzar la barrera de la realidad.
Tras la muerte de su padre mientras actuaba como un vigilante, la mantis verde se adentra en la corrupta jungla de concreto que son las calles para cumplir una promesa de mantenerse bueno mientras sigue su legado como un vigilante vagabundo que asecha y destripa a cada depredador de la cruel ciudad.