La inteligencia se ha definido de muchas maneras, incluyendo: la capacidad de lógica, comprensión, autoconciencia, aprendizaje, conocimiento emocional, razonamiento, planificación, creatividad, pensamiento crítico y resolución de problemas. En términos más generales, se puede describir como la capacidad de percibir o inferir información, y retenerla como conocimiento para aplicarlo a comportamientos adaptativos dentro de un entorno o contexto.
En su sentido más común, los términos pensamiento y pensar se refieren a procesos cognitivos conscientes que pueden ocurrir independientemente de la estimulación sensorial. Sus formas más paradigmáticas son el juicio, el razonamiento, la formación de conceptos, la resolución de problemas y la deliberación.